Reflejo irrompible
La tristeza se había caído del libro en forma de flor seca. Las hojas estaban marcadas ahora de un color opaco. Las palabras teñidas eran "y entonces dijo" .
"Y entonces dijo ¿qué?" se preguntó sin saber si le hablaba al pétalo o a la flor completa, al libro o a la palabra. ¿Cómo sería hablarle a la palabra?
Hablarle a la palabra podría ser, era, como chocar contra un espejo y no romperlo. No destrozar el reflejo en el afán de comunicación, de encuentro.
Algo quedó en la caja de Pandora y no fue la Esperanza.
Fue la Palabra.
Manuela Rímoli Candi, creadora de La Liebre Dorada
y directora de la revista cultural LA FURIA



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